Los tres hermanos

De repente Jolias Ermithas el clérigo y sus hermanas, la maga Mirttas y la pícara Mangalas, se despertaron en el centro de una plaza de un pueblo desconocido y sin recordar como habían llegado hasta allí.

Apenas un minuto después un grupo de goblins rompían el muro de la ciudad y atacaban intentando pasar por encima de los tres hermanos. Estos se defendieron con bastante acierto, pero no lograron evitar que los goblins robaran un objeto de la tienda de curiosidades.

El grupo se dirigió a la tienda para saber de que se trataba y el tendero, Garwan, bastante tranquilo después de lo sucedido, les explico que se trataba del Tótem de cuerno que había sido traído a la tienda por el mago Curuvar.

Justo después de hablar con Garwan, y como no podía ser de otra manera, los hermanos se dirigieron a toda prisa a la taberna e intentaron ser invitados a unas copas por su servicio a la comunidad, sin demasiado éxito.

Lo que si encontraron allí fue al mago Curuvar "el descarado" quien les comento que se trataba de un objeto que había escamoteado de un asentamiento goblin cercano. También les dijo que si se pasaban por allí que le llevasen el Tótem de calavera, que el, pese a la manifiesta debilidad de los goblins, no había conseguido traerse.

Tras charlar con buena parte de los habitantes del pueblo decidieron que la única persona que podía ayudarlos a saber quienes eran y de donde venían era la elfa líder de la ciudad, la Dama Fuego Lunar. Tras pasar la noche en el pueblo, Jolias no durmió porque termino ligando con, posiblemente, la lugareña mas fea del mundo, se dirigieron a ver a la Dama Fuego Lunar y ella les recibió.

La elfa les contó que hacia muchísimos años el padre de los compañeros estuvo en el pueblo y le dijo que en caso de que el muriera, sus hijos serian transportados a la plaza del pueblo. Además, para protegerlos dejo a la alcaldesa varios objetos mágicos. La elfa entrego los objetos a los jóvenes y los invito a la fiesta que estaba preparando. Estos aceptaron la invitación y los regalos y, tras descansar Jolias un rato en la taberna, se marcharon a por los goblins.

En la guarida encontraron una resistencia mas fuerte de lo que esperaban, muchísimo mas de lo que les había advertido el mago Curuvar.

Pero, pese a que Jolias cayó en todas las trampas posibles,
consiguieron vencer a los goblins que guardaban la entrada de la guarida y a la hechicera que les venciera en la plaza del pueblo el día anterior.